jueves, 15 de febrero de 2007

Cómo saber si ellas están fingiendo un orgasmo

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eltiempo.com / vidadehoy
Febrero 15 de 2007

El 34 por ciento de las mujeres que ha experimentado un orgasmo lo ha logrado a partir de la masturbación.

La comunicación sincera en la pareja es clave para intentar lograr que ambos logren la satisfacción sexual que los mantendrá más unidos.

El orgasmo es un misterio. No solo para la mujer, que a veces no sabe si ha tenido uno o no, sino especialmente para el hombre, que vive convencido de que su cónyuge es absolutamente feliz en la cama.

He aquí algunas pautas para que ellos logren identificar si ellas están fingiendo.

* Aunque la sicóloga Sandra Lustgarten señala que es difícil identificar si el orgasmo es fingido, los gritos y contorsiones demsiado exageradas, pueden ser indicio de falsedad.

* Tenga en cuenta que el orgasmo es un momento fugaz. Generalmente se confunde con otras sensaciones emocionales que se presentan en la intimidad.

* La negativa constante a tener un encuentro sexual puede ser otro indicio de que la mujer no está gozando la intimidad sino que, por el contrario, para ella es un acto que hace por compromiso marital.

* La actitud de la mujer en escenarios distintos al de la alcoba, también puede servir para identificar si los orgasmos son fingidos.
Una mujer que no está satisfecha con la vida sexual, y no lo expresa, tiende a permanecer irritada, triste, preocupada, con baja autoestima.

* Tanto el hombre como la mujer deben saber que la situación es reversible. Con una buena comunicación se puede superar el problema, que no es de uno, sino de los dos integrantes de la pareja.

* El mejor camino para que la falta de orgasmos deje de acompañar a la pareja es procurar que la mujer conozca su propio cuerpo y luego le indique a su compañero cómo debe explorar y estimular sus zonas erógenas.

El miedo a parecer frígidas
Después de una relación sexual los hombres se sienten más hombres cuando escuchan decir a su pareja con una voz temblorosa: "me hiciste ver estrellas".

El significado de esa frase es "tuve un orgasmo". Para convencerlos de que fue real, la mujer es capaz de fingir con maestría, como si estuviera en el más exigente de los escenarios teatrales.

Gemidos, temblores, contorsiones y palabras entrecortadas hacen parte de la escena. Después, en la soledad, llega la frustración.
El orgasmo fingido por parte de la mujer es un problema generalizado. Sin embargo, según la sexóloga-uróloga Sandra García Náder, poco se consulta. Es más, a veces, ni siquiera se identifica como anormal.

Lo grave es que puede estar ocultando una disfunción sexual, y, en el peor de los casos, ante el temor de abordar el tema abiertamente, termina por crear un irremediable conflicto de pareja.
“La mujer, insatisfecha en la intimidad, afecta poco a poco su salud mental. Habla con su pareja pero no hay comunicación, porque al no existir sinceridad de su parte, tampoco hay la más mínima posibilidad de solucionar la situación”, señala la experta.

Así, la irritabilidad no tarda en invadir la convivencia. Y, según la doctora García Náder, la mujer puede entrar en un peligroso círculo vicioso: empieza a sentirse triste, preocupada. Va perdiendo la capacidad de excitación y experimenta un trastorno del deseo sexual. Finalmente, termina en una disfunción sexual severa. Y todo por una mentira piadosa.

Algo exótico
El orgasmo es una palabra que anda de boca en boca, pero en realidad, pocas son las que lo han experimentado.

Un equipo de investigadores del hospital Saint Thomas, de Londres, se ocupó del tema.

Los estudiosos indagaron entre 1.397 parejas. Encontraron que el 32 por ciento de las mujeres había tenido un orgasmo en su vida, pero no precisamente en la relación sexual con su cónyuge, sino a través de la masturbación.

Solo el 15 por ciento fue capaz de decir con sinceridad: "nunca he tenido un orgasmo".

¿Por qué lo fingen? Las razones para fingir el climax, tras la relación sexual, son muchas.

Pero, según la sexóloga-uróloga consultada por HOY, la principal, es el temor a que su pareja crea que es una mujer frígida y tan fría como un témpano de hielo.

El fenómeno merece más atención. La ausencia de orgasmos, conocida científicamente como anorgasmia, también puede ser el resultado de un fuerte cambio hormonal, de un trastorno neurólógico, de problemas en la médula espinal y hasta puede ser síntoma de una enfermedad de cuidado como la esclerosis múltiple. Así que, mujeres: a dejar el teatro.

Aprendiendo a conocerse a sí mismas
Según los especialistas en sexología, muchas mujeres confunden otro tipo de emociones que se dan en la relación sexual, con el orgasmo.

El momento más fácil de confundir con el orgasmo es la excitación. He aquí las diferencias.

Exitación: puede durar sólo unos minutos o varias horas. Todo depende de las novedades que la pareja introduzca en la etapa de estimulación erótica.

Físicamente, la mujer experimenta la lubricación, expansión y crecimiento de la vagina, la hinchazón de los labios mayores y menores de la vagina, un ligero levantamiento del clítoris y erizamiento de los senos y otras partes del cuerpo: el cuello, por ejemplo.

Además, hay una aceleración de los latidos del corazón, de la presión arterial y de la respiración.

En cambio, el orgasmo es la etapa del clímax. Por lo general es de corta duración (segundos o fracción de segundos).

La mujer experimenta contracciones musculares involuntarias en la vagina y útero que le resultan placenteras. La velocidad de la respiración aumenta hasta el jadeo. El pulso y la presión arterial llegan a su máxima aceleración, y la tensión muscular es evidente.

La mente, el verdadero órgano sexual

El frenesí que a veces muestran las mujeres a la hora de fingir un orgasmo es un retrato más de lo que muestra el cine.

En la vida real, el momento no es fiel expresión del crujir de dientes ni de la tensión de las mandíbulas y hasta de convulsiones, como a veces se representa en la intimidad. En materia sexual, la felicidad no está tanto en las expresiones físicas. No en vano, las investigaciones recientes han demostrado que el verdadero órgano que conduce al clímax no es el clítoris, como se ha creído hasta ahora. Es, simplemente, la mente.

La imposibilidad de lograr un orgasmo obedece más al temor de disfrutar con plenitud el sexo.

Diario HOY, de la Casa Editorial EL TIEMPO

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